14 de julio de 2012
Demasiados carros, poco desarrollo
Urge maximizar la transportación colectiva
El exceso de vehículos compromete la capacidad de desarrollo de la zona metropolitana, según conocedores. (archivo)
Por Aurora Rivera Arguinzoni / arivera@elnuevodia.com
Incentivar el transporte colectivo a través del Metro Urbano
es para el Gobierno la única estrategia en agenda -y a largo plazo-
para lidiar con la elevada proporción de vehículos de motor que hay en
la Isla, lo que, según estudiosos del tema, compromete su capacidad de
desarrollo.
Mientras el Censo de 2010 contabiliza la población de Puerto Rico en 3,706,690, el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP) tiene registrados 3,045,227 autos. Esto equivale a .822 autos por habitante.
Según el secretario del DTOP, Rubén Hernández Gregorat, a través de varias extensiones del Metro Urbano se busca incentivar el transporte colectivo.
“Se incentiva al público a usar menos sus vehículos privados y se fomenta el uso de transporte colectivo. Por eso hemos estado haciendo iniciativas bien agresivas como Metro Urbano (desde Bayamón) hacia Toa Baja, y eventualmente hacia Dorado”, destacó Hernández Gregorat.
Indicó que estos proyectos habrán de replicarse de San Juan hacia Caguas y Carolina, y desde estas ciudades a otros pueblos más distantes. Asimismo, el funcionario mencionó que el Metro Urbano permitirá en ciertos horarios el paso de vehículos por los nuevos carriles construidos para el tren liviano, por lo que se incentivaría de modo particular el ‘carpool’.
“No está mal. Es un buen estímulo”, reaccionó en principio a esta novedad el planificador José Rivera Santana.
Sin embargo, le pareció contradictorio que no se incluya en estos planes el repoblar los cascos urbanos.
“No hay un entendimiento cabal del problema de la transportación. Si no planificamos mejor la ciudad y el territorio, vamos a seguir teniendo gente que viva fuera de los centros de trabajo, de estudio y donde reciben servicios. Van a necesitar trasladarse de distancias más largas y eso va en contra de un mejor sistema de transportación colectiva”, explicó.
Añadió que “lo que facilita que un sistema de transporte colectivo sea efectivo es que la ciudad sea más densa”.
De hecho, basándose en un estudio de 2005 realizado por los economistas Manuel Lobato y Víctor Curi, el economista José Alameda estimó que el costo del tapón para los trabajadores en el País equivaldría hoy día a $1,533 millones, o 6% del salario total pagado a la clase trabajadora.
La proporción de vehículos por habitante, según Rivera Santana y Alameda, impone un alto costo económico, ambiental y social a los individuos y al País.
Mientras el Censo de 2010 contabiliza la población de Puerto Rico en 3,706,690, el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP) tiene registrados 3,045,227 autos. Esto equivale a .822 autos por habitante.
Según el secretario del DTOP, Rubén Hernández Gregorat, a través de varias extensiones del Metro Urbano se busca incentivar el transporte colectivo.
“Se incentiva al público a usar menos sus vehículos privados y se fomenta el uso de transporte colectivo. Por eso hemos estado haciendo iniciativas bien agresivas como Metro Urbano (desde Bayamón) hacia Toa Baja, y eventualmente hacia Dorado”, destacó Hernández Gregorat.
Indicó que estos proyectos habrán de replicarse de San Juan hacia Caguas y Carolina, y desde estas ciudades a otros pueblos más distantes. Asimismo, el funcionario mencionó que el Metro Urbano permitirá en ciertos horarios el paso de vehículos por los nuevos carriles construidos para el tren liviano, por lo que se incentivaría de modo particular el ‘carpool’.
“No está mal. Es un buen estímulo”, reaccionó en principio a esta novedad el planificador José Rivera Santana.
Sin embargo, le pareció contradictorio que no se incluya en estos planes el repoblar los cascos urbanos.
“No hay un entendimiento cabal del problema de la transportación. Si no planificamos mejor la ciudad y el territorio, vamos a seguir teniendo gente que viva fuera de los centros de trabajo, de estudio y donde reciben servicios. Van a necesitar trasladarse de distancias más largas y eso va en contra de un mejor sistema de transportación colectiva”, explicó.
Añadió que “lo que facilita que un sistema de transporte colectivo sea efectivo es que la ciudad sea más densa”.
De hecho, basándose en un estudio de 2005 realizado por los economistas Manuel Lobato y Víctor Curi, el economista José Alameda estimó que el costo del tapón para los trabajadores en el País equivaldría hoy día a $1,533 millones, o 6% del salario total pagado a la clase trabajadora.
La proporción de vehículos por habitante, según Rivera Santana y Alameda, impone un alto costo económico, ambiental y social a los individuos y al País.
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